Pasa el tiempo, pero el Quijote sigue estando entre los 10 libros más traducidos de la historia. Aunque Cervantes no quiso acordarse del lugar exacto donde vivía el caballero Alonso Quijano, sí quedó claro que sus aventuras transcurrirían mayormente por tierras manchegas. En este artículo repasaremos algunos de los principales lugares que ver en la Ruta del Quijote en Castilla La-Mancha, desde los famosos molinos hasta la casa de Dulcinea.
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Apuntes sobre El Quijote
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es el nombre con el que se publicó en 1605 la primera parte de la que sería la novela española más exitosa de todos los tiempos, y una de las obras más traducidas del mundo (más de 140 idiomas). Su autor, como sabéis, fue Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616). Nacido en Alcalá de Henares, recorrió numerosas veces el trayecto entre Madrid y Andalucía, atravesando lo que hoy son las tierras de Castilla La-Mancha.
No se sabe a ciencia cierta cuándo y dónde empezó a escribir Cervantes el Quijote, aunque hay muchas teorías al respecto. Lo que está claro es que su éxito fue inmediato. El público la tomó como una divertida sátira, una inteligente parodia de los libros de caballerías, y pronto tuvo sus propias parodias, imitaciones, continuaciones, etc. De hecho, cuando Cervantes publicó la segunda parte, en 1615, tanto él como sus personajes ya eran conscientes de su éxito.
El Quijote es considerada a menudo como la primera novela moderna, precursora de toda una nueva narrativa en Europa. Su uso del realismo, la sátira, el humor, la burla de lo fantástico, la crítica social, la profundidad psicológica, la metaficción, las diferentes voces narrativas, etc., marcaron un antes y un después en la literatura. De hecho, en 2002 fue elegida como «mejor obra literaria jamás escrita» por un jurado internacional encargado de elegir las 100 mejores obras de la historia. Su legado hoy es inmenso, inabarcable.
Qué ver en la Ruta del Quijote
Los lugares exactos en los que transcurre la acción del Quijote han sido motivo de controversia desde su publicación. Las dos primeras salidas del caballero se ubican en Castilla La-Mancha, pero en la novela se mencionan pocos lugares concretos. En la tercera salida, don Quijote llega también a Aragón y a Barcelona. No existe, pues, una ruta sencilla de seguir. La web de turismo de España propone una ruta del Quijote en coche, con 7 etapas desde Alcalá de Henares, mientras que turismo de Castilla La-Mancha creó la Ruta de Don Quijote oficial, que abarca decenas de poblaciones y no tiene un itinerario concreto. Nosotros hemos seleccionado algunos de los lugares más destacados, pero os sugerimos crear una ruta del Quijote a vuestra medida.
El Toboso
El Toboso es uno de los pocos pueblos que sí se mencionan claramente en el Quijote. Allí vive Dulcinea, la amada de don Quijote, y allí transcurren algunas de sus aventuras. De hecho, en su entrada al Toboso en el capítulo IX de la 2ª parte, don Quijote pronuncia la famosa frase «Con la iglesia hemos dado, Sancho«. El Toboso (Toledo) es un pueblo pequeño y muy tranquilo, sin grandes reclamos turísticos más allá de los vinculados a la novela. Precisamente, la iglesia de San Antonio Abad (1525) es su monumento más notable.
Os sugerimos visitar el Museo Cervantino, junto a la oficina de turismo, donde podréis ver el ejemplar del Quijote más grande del mundo y decenas de ediciones extranjeras firmadas por personalidades como Nelson Mandela, Mussolini, Margaret Thatcher o Ronald Reagan. También os recomendamos entrar en la Casa de Dulcinea, un pequeño museo etnográfico que recrea un caserón manchego del siglo XVI. Otros lugares de interés son: su ruta de los pozos, la Plaza Federico García Sanchiz y el Museo de Humor Gráfico de Dulcinea.
Castillo de Belmonte
El Castillo de Belmonte (Cuenca) es uno de los monumentos más impresionantes de la Ruta del Quijote. De estilo gótico mudéjar, fue construido en 1456 para Juan Pacheco, I Marqués de Villena y hombre de confianza de Enrique IV de Castilla. Aunque ha sido restaurado, su estado de conservación siempre fue bueno y hoy luce como un castillo de cuento. No hay que perderse las murallas exteriores, el patio de armas, el paseo por las almenas, las bonitas estancias de Eugenia de Montijo y las máquinas de asedio del Trebuchet Park.
Mota del Cuervo
Mota del Cuervo (Cuenca) es una de las muchas villas manchegas que han presentado su candidatura a ser «el lugar de la Mancha». Hay un par de buenos motivos para visitar este pueblo. Si tenéis tiempo, podéis pasear por el centro y contemplar su bello ayuntamiento, alojado en un antiguo convento franciscano. También hay varias plazas e iglesias notables, pero su mayor atractivo es su conjunto de siete molinos de viento ubicado a las afueras.
Tembleque
La localidad de Tembleque (Toledo) es mencionada en el Quijote por Sancho Panza: «(…) que yo no me hallé presente, que había ido por aquel tiempo a segar a Tembleque«. Más allá de ser una villa con aroma quijotesco, la pequeña aldea de Tembleque no tendría mucho que ofrecer al turista de no ser por su preciosa Plaza Mayor. Considerada como una de las más bellas plazas del barroco popular, fue inaugurada hacia 1624. Aunque seguía el esquema de los corrales de comedia, fue usada sobre todo como plaza de toros.
Consuegra
Si hay un lugar que hay que ver en la Ruta de don Quijote sí o sí, ese es Consuegra (Toledo). La clásica estampa del Cerro del Calderico, con sus molinos y su castillo, es la imagen más famosa de la ruta y, probablemente, de toda Castilla La-Mancha. Sobre esta pequeña loma, de unos 100 m de alto, se distribuyen, como preparados para la foto, los doce molinos de viento más populares de la región, todos ellos con nombres quijotescos: Rucio, Sancho, Bolero, Espartero…
Aunque han sido parcialmente reconstruidos, algunos, como Sancho, conservan buena parte de la maquinaria original del siglo XVI y aún se ponen en marcha para eventos especiales. En cuanto al castillo de Consuegra, fue finalizado en el siglo XIII por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. Sus orígenes, sin embargo, se remontan a la época de esplendor del califato de Córdoba. De aspecto inexpugnable, destacan sus 4 torres semicirculares y su peculiar sistema de abastecimiento de agua, además de sus estructuras defensivas.
Puerto Lápice
Puerto Lápice (Ciudad Real) es otro de los pocos lugares que sí se nombra expresamente en el Quijote (en cuatro ocasiones). Es probable que alguna de sus ventas inspirase aquella en la que Alonso Quijano es nombrado caballero. De hecho, La venta del Quijote, que recrea una venta de la época, es uno de los principales sitios que hay que ver en Puerto Lápice. Y otro buen motivo para visitar esta localidad es su coqueta Plaza Mayor con dos niveles de soportales y una estructura en madera de color almagre. También merecen mención sus callejuelas con casas encaladas y sus dos molinos.
Alcázar de San Juan
Aunque parece claro que Cervantes nació en Alcalá de Henares, Alcázar de San Juan (Ciudad Real) no renuncia a considerarse su verdadera cuna, pues existe una partida de bautismo que podría coincidir con la suya. A parte de las vinculaciones cervantinas, hay tres motivos principales para visitar Alcázar: su conjunto palacial de origen almohade, con el Torreón del Gran Prior (s. XIII) como elemento más llamativo; su museo etnográfico Casa del Hidalgo, ubicado en una casa solariega del siglo XVI; y su bellísimo conjunto de cuatro molinos.
Campo de Criptana
Aunque no se cite de forma expresa, los expertos consideran que los molinos de Campo de Criptana (Ciudad Real) serían aquellos contra los que habría luchado don Quijote tomándolos por gigantes. De los más de 30 molinos censados en tiempos del Quijote, hoy se conservan 10, tres de ellos originales del siglo XVI (Infanto, Burleta y Sardinero). Os aconsejamos contratar una visita guiada para conocer uno de ellos, además del Molino Culebro (con el museo de Sara Montiel) y una casa cueva en el precioso barrio del Albaicín criptano.
Argamasilla de Alba
De todas las villas que luchan por ser «El lugar de la Mancha«, parece que Argamasilla de Alba (Ciudad Real) es la que más apoyos ha recibido. La tradición popular ubica allí el lugar de procedencia de don Quijote, pero fue Azorín quien le dio fama con su obra La ruta de Don Quijote (1905). El lugar de visita obligada es la Cueva de Medrano, una pequeña cárcel donde (dicen) Cervantes habría empezado a escribir su gran novela. El propio Azorín, Rubén Darío o Vargas Llosa son algunos de los muchos ilustres que han visitado la cueva a lo largo de los años.
Argamasilla de Alba, por cierto, es otra de las localidades que se nombran en el Quijote, aunque solo de forma indirecta al final de la primera parte: «Los académicos de la Argamasilla, lugar de la Mancha, en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha (…)«. Esa referencia al «lugar de la mancha» es una de las principales pruebas que apuntan hacia esa localidad. En Argamasilla también podéis ver la Botica de los Académicos, el canal del Gran Prior o el cuadro de Don Rodrigo de Pacheco, personaje real que pudo inspirar el «don Quijote».
Lagunas de Ruidera
En uno de los pasajes más oníricos del Quijote, podemos leer: «Solamente faltan Ruidera y sus hijas y sobrinas, las cuales llorando, por compasión que debió de tener Merlín dellas, las convirtió en otras tantas lagunas, que ahora en el mundo de los vivos y en la provincia de la Mancha las llaman las lagunas de Ruidera«. Popularizadas así por Cervantes, las Lagunas de Ruidera son hoy un parque natural declarado reserva de la biosfera.
El peculiar conjunto de quince lagunas se extiende a lo largo de 30 km dando forma al valle del Alto Guadiana. Tradicionalmente se había situado aquí el nacimiento del río Guadiana, aunque este asunto sigue siendo fuente de discusión. En lo que al turismo se refiere, hay varios puntos de interés situados a lo largo de la carretera CM-3115. El primero, empezando por el norte, es el Castillo de Peñarroya, ejemplo de arquitectura militar del siglo XII.
Siguiendo la carretera hacia el, sur iréis viendo numerosas lagunas. Desde el pueblo de Ruidera (Ciudad Real) podéis subir a un par de miradores, como el mirador Laguna del Rey, o contemplar la pequeña cascada del Hundimiento. Nuestra sugerencia, si tenéis al menos 1 hora para caminar, es que hagáis la ruta de los 3 miradores (2,9 km), que se inicia frente al centro de interpretación del parque, ubicado 5 km al sur de Ruidera. Desde esta zona elevada, de unos 100 m de altura, podréis admirar tres de las lagunas más bonitas del parque.
Cueva de Montesinos
Otro de los lugares que hay que ver en la Ruta del Quijote es la famosa Cueva de Montesinos. Esta cueva de origen kárstico, de 80 m de profundidad, se encuentra en el entorno de las lagunas de Ruidera, cerca de Ossa de Montiel (Albacete). De hecho, es allí donde transcurre el capítulo XII de la segunda parte de la novela, en la que don Quijote sufre un encantamiento y en la que se citan las lagunas, tal como vimos en el apartado anterior.
Villanueva de los Infantes
Si hay una localidad que puede discutirle a Argamasilla el honor de ser «El lugar de la Mancha«, esa es Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Un estudio de 2015, realizado por un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, así parece demostrarlo. Lo que no se le puede negar a Villanueva es el hecho de estar catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Como tampoco se puede negar que es el lugar de reposo de Francisco de Quevedo, cuyo sepulcro se encuentra en la iglesia de San Andrés.
Aunque no es un pueblo grande, os sugerimos pasar por la oficina de turismo para recoger el mapa con las rutas recomendadas. El principal punto de interés es, sin duda, la Plaza Mayor, de principios del siglo XVII, pero también podéis visitar el convento de Santo Domingo (con la celda en la que murió Quevedo), la Alhóndiga, la preciosa fachada de la Casa del Arco, la Casa de los Estudios o el antiguo Hospital de Santiago (con un bonito museo etnográfico), entre otros.
Otros lugares que ver en la Ruta del Quijote
- Ciudad Real, cargada de referencias quijotescas, incluyendo el Museo del Quijote y la Biblioteca Cervantina.
- Almagro, uno de los pueblos más bonitos de Castilla La-Mancha, con su preciosa Plaza Mayor y su genuino Corral de Comedias.
- Tomelloso, con otra magnífica Plaza Mayor.
- Alcalá de Henares, ciudad de nacimiento de Cervantes.
- Esquivias, pueblo de origen de la esposa de Cervantes. Allí se casaron y vivieron un tiempo.
Mapa de la Ruta del Quijote en coche
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Fotos: (1 y 11) Molinos de Campo de Criptana (2 y 10) Molinos de Alcázar de San Juan (3 y 8) Molinos de Consuegra (4) Iglesia de San Antonio Abad y escultura de Dulcinea en El Toboso (5) Castillo de Belmonte (6) Molinos de Mota del Cuervo (7) Plaza Mayor de Tembleque (9) Plaza Mayor de Puerto Lápice (12) Cueva de Medrano (13) Lagunas de Ruidera desde la ruta de los 3 miradores (14) Castillo de Peñarroya (15) Cueva de Montesinos (16) Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero.
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